El jueves 31 de enero la cadena ABC emitía el primer episodio de la cuarta temporada de Lost (en España, Perdidos). Como ya he reconocido en alguna ocasión anterior (1, 2) mi absoluta entrega por la serie se comprenderá que no sea capaz de soportar los no menos de seis meses de diferencia con los que TVE inicia la emisión en España.

Así es que cada viernes me descargo (bendita Internet) el episodio en inglés con subtítulos en español y el sábado nos lo zampamos acompañado de la pitanza correspondiente, tal y como hacíamos con la tercera temporada.

En esta ocasión, las catorce semanas de huelga del gremio de guionistas americanos ha alterado sensiblemente los planes iniciales para esta temporada. Los dieciseis episiodios en que consistía se han quedado en ocho más cinco, que se emitirán con un mes de descanso entre ambos bloques. Aún no está claro si el octavo episodio se emitirá como final del primer bloque o como principio del segundo.

Los peores augurios dejaban la tercera temporada en sólo ocho episodios, afortunadamente el día doce del mes pasado se desconvocó la huelga y los productores estimaron que aun había posibilidad de salvar esta cuarta temporada aunque los ocho episodios restantes se quedan reducidos a tan solo cinco.

En cuanto a la serie, se empiezan a cerrar algunas de las incógnitas que nos han acompañado durante las tres temporadas anteriores. Por otra parte, la técnica de los flash-forwards, en contraposición a la de los flash-backs de las temporadas anteriores, nos permite vislumbrar el futuro de nuestros 'losties' y añaden un elemento de sorpresa extra.

Se puede consultar casi todo lo que tiene que ver con la serie en el fantástico wiki LostPedia.