En coherencia con esa mítica (en tanto que mito) forma de ser conformista del pueblo español, se suele comentar, ante una cerveza y una buena tapa, eso de... "tenemos los políticos que nos merecemos".

Esta mañana, en el extracto de la dramática noticia con la que hoy nos levantamos que hacía una locutora de Onda Cero, se escuchaban cosas como "crimen pasional" en lugar de "violencia de género" o "el militar disparó contra la mujer y contra su actual pareja sentimental, posteriormente el presunto asesino se suicidó".

Como gota que colma el vaso obvian el dato de que el asesino cometió su doble crimen ante su propio hijo, un niño de cuatro años.

Lo de crimen pasional ya tiene delito, pero me pregunto que manual de buenas prácticas periodísticas obliga a decir "presunto asesino" tras afirmar que el dicho "presunto" ha disparado contra dos personas. ¿O será que en los currículos de periodismo no hay ninguna materia en la que se enseñe a los alevines de periodistas cuál es el auténtico sentido legal de la presunción?

¿O será acaso que tenemos l@s periodistas que nos merecemos?