Hoy empiezo a recuperar parte de mi vida "normal" que había dejado aparcada estas tres últimas semanas. A la vuelta a esa vida "normal" me encuentro con todo lo que había dejado colgado en mis dos dimensiones, la digital y la virtual (que diría Enrique Dans).

Sobre la real no entro en detalle. En cuanto a la virtual la situación es, como mínimo, decepcionante: los blogs estaban sin actualizar, todas las fotos más recientes sin filtrar y sin subir a flickr, la web de El Cantor de Jazz completamente parada, más de 500 artículos pendientes de revisar en Bloglines (solamente sin revisar desde el domingo), ...

El motivo de mi reclusión casi monástica ha sido la preparación de una ponencia sobre uso de las TIC como elemento de integración para los colectivos en riesgo de exclusión laboral, en el seno de unas jornadas que han organizado Aldeas Infantiles SOS y las UTEDLT de La Zubia y Alfacar. Mi participación era en representación de el Consorcio Fernando de los Ríos y, como era natural, no sólo he hablado de la Sociedad de la Información y el Conocimiento, de la Brecha Digital, de la web 2.0, de las nuevas formas de aprendizaje que surgen a la sombra de las redes sociales o del software libre, sino que también he compartido algunos de los proyectos que desde el Consorcio se van a desarrollar, especialmente el proyecto Guadalinfo.

Me comprometo a compartir la presentación de la ponencia una vez que corrija algunos detalles, pues ya he tenido tiempo de autoevaluar mi trabajo (deformación profesional lo llaman).

Desde aquí mando un abrazo virtual a José Antonio Dionisio de la UTEDLT de La Zubia y al equipo que coordinaba las jornadas, por su amabilidad, y mi agradecimiento a todos/as los/as participantes en las mismas por el interés y la atención que mostraron durante la charla. También a mi amiga Gaudi, que esperaba encontrar en las Jornadas y finalmente no pude ver (compañera de aventuras en Radio Contadero allá por el 95), y a Miguel Ángel, al que reencuentro después de muchos años sin vernos. Y por supuesto, darle las gracias a mi Director General por la confianza depositada.

[nota: Se que el título de esta entrada no es en absoluto descriptivo y no atiende a ninguno de las reglas de optimización de los blogs en los buscadores, pero es un homenaje personal a esos años de la facultad en los que la sensación a la vuelta tras un día de examen era muy parecido a la que tienes cuando rematas el trabajo de preparación de una ponencia, una charla o un seminario con la exposición de dicho trabajo. Es... ¡el descanso del guerrero!.]

[nota 2: la segunda imagen que acompaña esta entrada es una de las joyas que salen de las manos de los alumnos y las alumnas de Asprogrades]