domingo20.5.07
Isabel Gemio y el timo de la estampita
Muchos consideran la radio uno de los más apasionantes entre los mass media. Podéis incluirme entre ellos, claro. Si no es escuchando mi propia música, es con la radio con quién me levanto y me acuesto cada día, además de acompañarme durante todo la jornada.
Las mañanas de los fines de semana la oferta radiófonica de las grandes emisoras se reduce a Onda Cero, siempre que no queramos escuchar a "periodistas" afines a cualquiera de los dos grandes grupos político-económicos que campan por las ondas hertzianas.
El caso es que esas mañanas las ocupa la periodista Isabel Gemio. Como dicen que sobre gustos no hay nada escrito aclararé que esta señora me resulta pedante y pretenciosa. Desde el título del programa ("Te Doy Mi Palabra") hasta la forma de monopolizar la mesa de colaboradores o las mismas entrevistas.
Lo del timo de la estampita viene a raíz de la obsesión de la Gemio porque sus oyentes le envíen SMS. Esta mañana ha colmado mi paciencia y no me he resistido a plasmarlo en este dormido blog. Miren ustedes, un día salió el tema de los SMS en la emisora en la que colaboro. Al responsable de la misma le habían ofrecido hacer uso de ese servicio y el me confesaba que no estaba dispuesto a robar el dinero a los oyentes.
Y es que, mientras que en televisión informan del precio de enviar un SMS o en las llamadas telefónicas a líneas de tarificación especial te indican cual es el coste por minuto de tu llamada, en la radio nadie te dice cuanto te va a costar la bromita.
Esta mañana era ridículo, decía la Gemio algo parecido a:
Yo me pregunto, ¿Isabel Gemio va a comisión en el negocio de los SMS a su programa? ¿O acaso los directivos de Onda Cero no tienen suficiente con las toneladas de publicidad con las que rellenan sus programas y obligan a la pobrecita Isabel a chantajear a sus oyentes para que sigan ingresando?
Señoras, señores, por favor, no tiren su dinero de esta forma. Gastenlo en cervecitas, que ya ha llegado el buen tiempo, o en discos o libros. O comprenle un regalo a su pareja, a sus hijos o a sus padres. Pero, ¡por el amor de "dos"!, no lo ingresen en el bolsillo de todos estos abraza-farolas que se hacen llamar periodistas ni en las de sus ejecutivos jefes, ¡que ya está bien!.
Las mañanas de los fines de semana la oferta radiófonica de las grandes emisoras se reduce a Onda Cero, siempre que no queramos escuchar a "periodistas" afines a cualquiera de los dos grandes grupos político-económicos que campan por las ondas hertzianas.
El caso es que esas mañanas las ocupa la periodista Isabel Gemio. Como dicen que sobre gustos no hay nada escrito aclararé que esta señora me resulta pedante y pretenciosa. Desde el título del programa ("Te Doy Mi Palabra") hasta la forma de monopolizar la mesa de colaboradores o las mismas entrevistas.
Lo del timo de la estampita viene a raíz de la obsesión de la Gemio porque sus oyentes le envíen SMS. Esta mañana ha colmado mi paciencia y no me he resistido a plasmarlo en este dormido blog. Miren ustedes, un día salió el tema de los SMS en la emisora en la que colaboro. Al responsable de la misma le habían ofrecido hacer uso de ese servicio y el me confesaba que no estaba dispuesto a robar el dinero a los oyentes.
Y es que, mientras que en televisión informan del precio de enviar un SMS o en las llamadas telefónicas a líneas de tarificación especial te indican cual es el coste por minuto de tu llamada, en la radio nadie te dice cuanto te va a costar la bromita.
Esta mañana era ridículo, decía la Gemio algo parecido a:
"...creo que esta mañana no se ha levantado nadie en España. Cuando venía conduciendo hacia Onda Cero estaba todo solitario. Por favor, enviad un SMS al ???? para que sepamos que hay alguien al otro lado...".
Y se queda la señora tan ancha y tan pancha. Y acto seguido empiezan a llegar decenas de mensajitos de móvil con saludos desde toda España.Yo me pregunto, ¿Isabel Gemio va a comisión en el negocio de los SMS a su programa? ¿O acaso los directivos de Onda Cero no tienen suficiente con las toneladas de publicidad con las que rellenan sus programas y obligan a la pobrecita Isabel a chantajear a sus oyentes para que sigan ingresando?
Señoras, señores, por favor, no tiren su dinero de esta forma. Gastenlo en cervecitas, que ya ha llegado el buen tiempo, o en discos o libros. O comprenle un regalo a su pareja, a sus hijos o a sus padres. Pero, ¡por el amor de "dos"!, no lo ingresen en el bolsillo de todos estos abraza-farolas que se hacen llamar periodistas ni en las de sus ejecutivos jefes, ¡que ya está bien!.
Etiquetas: isabel gemio, radio, sms
Totalmente de acuerdo contigo. Lo que yo me pregunto es ¿qué le pasa a esa gente que manda esos sms? no encuentro ninguna explicación que me convenza. Me ha gustado tu manera de explicarlo.
Un saludo de una Abulense por el mundo.
Tusti
publicado por Anónimo | 23/5/08, 9:26
Hola Tusti, la verdad es que soy un blogger de estomago es decir, que suelo escribir más a causa de mi forma de ser visceral que de actos premeditados.
En el caso de los sms me puso tan de mal humor que no tuve más remedio que dejarlo plasmado en el blog.
Al margen de esto si que es cierto que el negocio de los sms siempre encuentra un colectivo de clientes ávidos de gastar sus "leuros". Yo, como tú, sinceramente no lo entiendo, pero hay tantas cosas que no entiendo de este mundo.
Un abrazo y gracias por pasar por aquí.
publicado por balhisay | 23/5/08, 10:32