El Alcalde-Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de Almuñecar se ha erigido en el Robin Hood de la costa granadina. Asumiendo como propio el lema de robar a los ricos (leáse los veraneantes almuñequeros) y dárselo a los pobres (léase mejor una novela de Sir Arthur C. Doyle porque me considero incapacitado para reconocer a tales sin acordarme del propio Benavides), ha decidido que toooooooda la zona de aparcamiento de Almuñecar esté adornada de una línea azul continua y jalonada por una serie de postes robodigitales para que pasemos por caja cada tres horas.

Y cuando digo "toooooooda la zona de aparcamiento de Almuñecar" quiero decir Velilla, San Cristobal, etc. etc. etc. Lo más delirante es que esta interminable Zona Azul no solo lo es en lo geográfico sino también en lo cronológico, puesto que se extiende de lunes a domingo y de once de la mañana a once de la noche. Una simpática controladora de la Zona Azul me decía, con poco convencimiento propio, que las once de la noche es horario de playa.... 'jate tú, payo', y yo sin saberlo.

Para mayor descaro, este personaje (por más democráticamente que haya sido elegido el tal Benavides) dice que los que no puedan pagar el sablazo de la zona azul que se marchen a veranear a otro sitio [menuda joya parió el Partido Andalucista]. Así es que si la tan traída y llevada crisis no era suficiente para mermar el sector comercial y de servicios de nuestra amada costa, tenemos un alcalde crápula (con delirios de grandeza, como ya es sabido) pateando los riñones de los empresarios. No me cabe la menor duda que estos ya se habrán dirigido a los entes competentes para denunciar tamaña osadía.

Mientras tanto los veraneantes de chanclas que tanto detesta, al parecer, el tal Benavides se dedican a deteriorar las máquinas tragaperras que este ha montado por todos los paseos de Almuñecar con la misma cara de Steve Urkel cuando decía con voz aflautada '¿he sido yooooo?'.

Servidor, en un acto de rebeldía sin precedentes, ha puesto en conocimiento de la única controladora con la que he tenido el gusto de cruzar un par de palabras que puede denunciarme por no tener mi ticket bajo el parabrisas.

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